Mujer y trabajo: Un largo camino hacia la igualdad de oportunidades
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Resumen
Desde los años noventa, la inserción de la mujer al mercado laboral en Chile ha aumentado de forma sostenida, trabajando incansablemente por obtener un espacio y un reconocimiento de esta labor (Instituto Nacional de Estadísticas –INE–, 2015). Si bien, el país ha avanzado en esta materia mejorando sus indicadores, “desde niveles inferiores al 40% a principios de la pasada década al 55,7% en 2014”, según el informe OCDE (2015, 2), aún la participación es baja. Lo anterior, se constata al comparar Chile con los demás países que conforman la OCDE (34 en total), entre ellos nuestro país ostenta el tercer lugar con mayor brecha de participación femenina, aventajando solamente a México y Turquía. Si bien hay muchas variables que pueden intentar explicar este fenómeno, es sabido que gran parte del grupo de mujeres que aún no se inserta en el mundo laboral, tiene niveles más bajos de educación, habitan en zonas rurales, pertenecen a menores deciles de ingreso, tienen más de 40 años y son las con más hijos/as a su cargo (Arriagada y Gálvez, 2014; Comunidad Mujer, 2016 (a); Berlien et al., 2016; Saracostti, 2017). Todo esto nos da un primer indicio de desigualdad en oportunidades de ingreso al mercado laboral entre hombres y mujeres. Adicionemos a lo anterior, las diferencias en el tipo y calidad de trabajo a los que pueden optar.